Ya se sabe que lo bueno...
poco dura pero... por siempre queda.
De todo lo visto y vivido en estos breves pero intensos días,
en mis recuerdos, por unas u otras razones, destaca:
La Fontana di Trevi,
porque está considerada la fuente más bella del mundo,
y verdaderamente lo es.
Podrías no cansarte de admirar cada detalle.
De día...
O de noche...
El inigualable,
único,
grandioso,
poderoso
y eterno,
Coliseo.
Se nota lo mucho que lleva sufrido,
por esto y porque lo mires desde donde lo mires,
no deja de imponer y se ha ganado mi respeto...
Imaginaba y casi hasta veía por las ruinas del fantástico Foro, a los romanos ataviados con sus túnicas, inmersos en sus tareas, paseando por su Imperio.
La coqueta Piazza Navona, ambientada a cualquier hora,
con cabida para todo aquel que la quisiera visitar.
Sabía que me iba a impresionar,
pero nunca pensé que tanto.
Hubiera pagado por una pequeña tormenta que me hubiera dejado admirar la columna de agua en su interior.
Grandioso y poderoso Panteón,
templo de todas las divinidades,
el abrazo entre la vida terrenal,
y la vida eterna del... "más allá".
Desde la famosa escalinata de Piazza Espagna vi...
muchísima gente que...
no hacía nada,
sencillamente estaba, y nosotros...
no íbamos a ser menos.
Ovejos y corderos de costumbres.
De todas las tiendas que vi, visité y fisgoneé,
llamó especialmente mi atención esta zapatería,
no recuerdo su nombre,
pero mi más sincera enhorabuena a sus decoradores,
sólo la vista, ya vendía.
Lo que vi en la Ciudad del Vaticano...
no tiene descripción,
ni nombre,
ni perdón,
pero me ahorro los comentarios
pues son más bien opiniones personales,
nada objetivas.
Oficialmente, "Estado de la Ciudad del Vaticano",
tiene 44 hectáreas, y sólo la Basílica y la Plaza de San Pedro ocupan un 20% de su territorio.
Es el país más pequeño del mundo,
y el único que tiene por lengua oficial el latín.
Aunque su moneda es el euro,
tienen euros de diseño propio.
Son unos 900 los habitantes que allí residen.
La máxima autoridad y jefe de Estado, es el sumo pontífice, actualmente, Joseph Rantzinger, en cargo, Benedictvs XVI.
Es el único país europeo donde se gobierna en teocracia,
"Dios es soberano".
De las cosas de las que más he disfrutado en Roma,
de esos dulces capuccinos en fantásticas terrazas que se antojaban románticas.
Aparecían de la nada,
solas o en enormes manadas,
a veces coquetas,
otras peligrosas,
aparcadas en cualquier lugar, rincón, paso de cebra, acera o camino.
Da igual,
es la Vespa
en todas sus fases.
Y aunque odio las motos,
no las quiero ni de lejos y me imponen respeto,
la Vespa es especial por muchas razones,
me transmite,
me vienen muchas cosas a la cabeza,
mezcla de historias y emociones,
unas buenas, otras no tanto.
Ejemplo de lo segundo es que tan sólo he montado en moto tres veces,
y las tres me he caído,
en las tres ocasiones, iba yo al mando.
Ejemplo de lo primero es que para seguir recordando lo bueno,
me he traído varias.
Y a falta de lo auténtico,
me han venido bien estas pequeñas imitaciones.
Próximo objetivo:
elaborar mi propia Vespa,
con mis manos y para lucirla como colgante.
Y por último,
y porque no podía ser de otra manera,
YoYoa vuelve enamocciada,
y ha dejado una pequeña huella
en el Ponte Milvio,
ahora ya, un poquito mío también.
Gracias Carlos,
acompañarme era una cosa,
sentirlo, emocionarse y disfrutarlo conmigo, otra.
Me has vuelto a sorprender.
Lancé mi moneda a la Fontana di Trevi,
leyenda que cuenta que si lo haces, vuelves a Roma.
No me lo creo,
más bien creo que ya he visto Roma
y no necesito volver, pero tan sólo lo creo, no lo sé.
Nota media al viaje: 10 (nada podía haber salido mejor).
Nota media a la ciudad: 6.
Y le doy un 6 porque no puedo suspenderla si tengo en cuenta todo lo que yo he vivido,
si es sólo por la ciudad...
creo que ni apruebas.
Roma está sucia,
muy sucia,
no es cívica,
no está cuidada,
ni bien conservada.
Creo que incluso se podría explotar mucho más y con calidad,
aspecto que brilla por su ausencia.
Su nivel de vida está muy alto,
un nivel que un romano medio, no creo que pueda mantener.
No cuenta con buenas infraestructuras,
la mala conservación y la suciedad, hacen de Roma una ciudad gris, y esto a su vez, la vuelve triste.
Hubo quien me dijo que Roma era romántica,
¿el romanticismo tiene un tono gris?
Como me dijo una vez una amiga,
"Yoana, para saber lo que te gusta,
tienes que saber también lo que no te gusta".
No voy a escribir que Roma no me ha gustado,
pero diré que esperaba que me gustara más, mucho más.
De cualquier forma,
cualquier viaje se convierte, desde el momento en el que comienzas a prepararlo, en algo inolvidable.
Otro viaje inolvidable, contigo, en Roma.
¡¡Arrivederci Roma!!
PD: A quienes esperabais esta entrada, confío en no decepcionaros, más que una entrada a vosotros, lectores, es un breve diario de mi viaje, para cuando pase el tiempo y lo quiera releer.
Si estás leyendo esto, y pensando en viajar a Roma, no dudes en escribirme (yoanaizquierdo@hotmail.com), siempre viajo con mi carpeta, que sale de casa a medias, y regresa rebosando información. Te facilitaré toda aquella de la que dispongo, encantada.
Y a vosotros, mis fieles blogueros, estoy de regreso, con las pilas cargadas, miles de ideas, ganas de currar e intentando, poco a poco, retomar mis listas pendientes. Una de ellas, leerte, pronto te comento. Yo Yoa... ¡¡vuelve al ataque!!